PATOGENIA DEL VIRUS DE LA HEPATITIS B

 PATOGENIA DEL VIRUS DE LA HEPATITIS B

EL Virus de la Hepatitis B es considerado como un virus no citolítico que causa enfermedad al iniciar una inflamación del hígado. Respondiendo a la pregunta de cuales son los mecanismos de transmisión del virus, la principal fuente del virus es la sangre, pero también se puede encontrar en el semen, saliva, secreciones vaginales y menstruales, además del líquido amniótico y la leche; la forma más común de adquirir el virus es por inoculación directa del virus en la sangre, contacto sexual y el parto.

Entonces el virus comienza a replicarse en los hepatocitos en el plazo de 3 días desde su adquisición dando lugar a efectos citopáticos mínimo, las copias del genoma del VHB se mantiene en el núcleo en forma de pequeños minicromosomas de ADN circular que pueden generar virus y HBsAg (antígeno de superficie de la hepatitis B). La acumulación intracelular de formas filamentosas de este antígeno pueden dar lugar a una citopatología de vidrio esmerilado del hepatocito. Las partículas de este antígeno en la sangre siguen siendo secretadas aún así ya haya finalizado la producción de viriones; cabe recalcar que un individuo es infeccioso cuando se detectan los componentes del antígeno de superficie de la hepatitis B y el antígeno e de la hepatitis B del virión en la sangre, los cuales se liberan desde la célula provocando la síntesis de anticuerpos, se exponen a estos y se unen a correspondientes anticuerpos.

Ahora en una fase después de la infección, las abundantes moléculas en suero del antígeno de superficie de la hepatitis B se unen a los anticuerpos neutralizantes e inhiben su acción. Por otra parte, los inmunocomplejos formados por este antígeno y anticuerpos anti-HBs dan lugar a la aparición de reacciones de hipersensibilidad tipo III que provoca vasculitis, exantema (erupción de la piel, de color rojizo) y lesiones renales.

Cabe aclarar que como se nota en la imagen la inmunidad celular es la responsable de la aparición de los síntomas y la capacidad de producir lesión; básicamente a través de la inmunidad celular, que es capaz de eliminar las células infectadas y bloquear la infección de nuevas células se va a ver condicionado la magnitud del cuadro clínico de la infección, una respuesta insuficiente de linfocitos T frente a esta infección provoca síntomas moderados, la incapacidad de eliminar la infección y la aparición de hepatitis crónica, que puede predisponer a la persona a sufrir cuadros más graves como hepatitis fulminante y carcinoma hepatocelular primario.


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